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Mostrando entradas de 2011
  CUANTO PUEDAS   Y si no puedes hacer tu vida como la quieres, en esto esfuérzate al menos cuanto puedas: no la envilezcas en el contacto excesivo con la gente, en demasiados trajines y conversaciones. No la envilezcas llevándola, trayéndola a menudo y exponiéndola a la torpeza cotidiana de las compañías y las relaciones, hasta que llegue a ser pesada como una extraña. C. Cavafis

La flor del cerezo para Chandra Kumara

A Chandra Kumara  In memorian Chandra Kumara (centro de acogida) se despidió de la la vida a los 17 años. Quizá, despertando al amor, entendió lo que nunca tendría. A veces el desaliento, la desesperanza, la derrota que has heredado injustamente, se manifiesta -de golpe- con el desamor de ese amor primero; las ilusiones mueren sin haber nacido apenas. A veces la vida te ha traicionado tanto que no te quedan fuerzas para darle otra oportunidad, y la traicionas tú a ella, le das la espalda, abandonas antes de empezar a vivir pero ya cansado de soñar un mañana. Y abandonaste, Chandra. Te fuiste dejando el abismal vacío de no saberte, de no poder saberte nunca más. La nada que te dimos y que se va derramando en nuestras manos y en nuestros corazones, la angustia de no haberte alcanzado. Y una pena honda y negra imaginando la enorme tristeza ,compañera última, secreta y única, que te llevó de la mano al fin.  Nos dejas tu ternura, el recuerdo de tus logros y buenas notas,...
"Me asomo a las ventanas de la noche y veo todos los ojos tristes que me han mirado." Mohamed Salem Aldefatah (Ebnu)
"Porque un día el sol no faltará a la cita y la vida se lanzará hacia la cumbre y en algún rincón de la ciudad ausente su amor escribirá su nombre." Mohamed Salem Abdelfatah (Ebnu)
  "Un beso, solamente un beso, separa la boca de África de los labios de Europa" Liman Boisha
"No rechaces los sueños por ser sueños. Todos los sueños pueden ser realidad, si el sueño no se acaba....." P. Salinas
"...golpearé con mis voces tus oidos hasta que las entiendas". "Canto a mí mismo" Walt Whitman
      "Como llenarte, soledad,  sino contigo misma ..."   Luis Cernuda Sambodhi Home
Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, Donde el deseo no exista. En esa gran región donde el amor, ángel terrible, No esconda como acero En mi pecho su ala, Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, Sometiendo a otra vida su vida, Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. Donde penas y dichas no sean más que nombres, Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, Disuelto en niebla, ausencia, Ausencia leve como carne de niño. Allá, allá lejos; Donde habite el olvido. Luis Cernuda
Luali Lehsan (1.972   Las manos Como las nubes, tus manos saben que la libertad es hija del viento y el cielo. Y tienen la opaca transparencia de las nubes, y la infinita bondad del agua. Porque son agua y como el agua son el principio de la vida Y tus manos saben sumergirse como notas de una canción perenne en las profundidades del alma y luego emerger con todas las luces de la esperanza. Porque todo en tus manos se revitaliza y baila y la vida se convierte en una danza que mueve las venas de la memoria Y tus manos son el umbral de la vida, la primera puerta siempre abierta y son la montaña donde habita el eco del primer llanto y son el mar donde navega el velero de la próxima sonrisa. Y son la barricada que cobija nuestros ojos de los polvos que ahogan los caminos Y por tus manos fluye el manantial de la vida, porque en ti habita la memoria de la semilla que sabe perpetuar el árbol, y porque en ti el universo es una mirada perpetua a la eternidad, a lo qu...
Dos manos Sobre las finas dunas se dibujan dos manos. Cuánta leyenda se arruga en la línea de la vida. Cuántas espinas duermen como el niño en la cuna. Cuántas manos aplauden con la ausencia de otras páginas gitanas. Cuántas manos se estampan para despistar a los cardenales de la profecía. Cuántos senos se acarician antes de escuchar el primer grito de la misericordia. Cuántos corazones esperan la vuelta para beber en los pezones de la auténtica frontera. Cuántos dedos separan la verdad de la mentira. Liman Boisha

La ciudad

La ciudad Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar. Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta. Todo esfuerzo mío es una condena escrita; y está mi corazón -como un cadáver- sepultado. Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo. Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire oscuras ruinas de mi vida veo aquí, donde tantos años pasé y destruí y perdí". Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otors mares. La ciudad te seguirá. Vagarás por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo y en estas mismas casas encanecerás. Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes- no hay barco para tí, no hay camino. Así como tu vida la arruinaste aquí en este rincón pequeño, en toda la tierra la destruiste. C. Cavafis
Sri Lanka ! ".....Y le dije a mi alma: "Cuando abarquemos todos esos mundos y el saber y los goces que encierran ¿estaremos al fin colmados y contentos?" Contestóme mi alma : "No; cuando hayamos llegado a esas alturas, habrá que ir más allá"...." Walt Whitman
Hijos del sol y el viento Aún vivimos en las esquinas de la nada entre el norte y el sur de las estaciones. Seguimos durmiendo abrazando almohadas de piedra como nuestros padres. Perseguimos las mismas nubes y reposamos bajo la sombra de las acacias desnudas. Nos bebemos el té a sorbos de fuego caminamos descalzos para no espantar el silencio. Y a lo lejos en las laderas del espejismo todavía miramos, como cada tarde las puestas de sol en el mar. Y la misma mujer que se detiene sobre las atalayas del crepúsculo en el centro del mapa nos saluda. Nos saluda y se pierde en los ojos de un niño que sonríe desde el regazo de la eternidad. Aún esperamos la aurora siguiente para volver a comenzar. Mohamed Salem Abdelfatah (Ebnu)

El color de las miradas1.mov