Hijos del sol y el viento Aún vivimos en las esquinas de la nada entre el norte y el sur de las estaciones. Seguimos durmiendo abrazando almohadas de piedra como nuestros padres. Perseguimos las mismas nubes y reposamos bajo la sombra de las acacias desnudas. Nos bebemos el té a sorbos de fuego caminamos descalzos para no espantar el silencio. Y a lo lejos en las laderas del espejismo todavía miramos, como cada tarde las puestas de sol en el mar. Y la misma mujer que se detiene sobre las atalayas del crepúsculo en el centro del mapa nos saluda. Nos saluda y se pierde en los ojos de un niño que sonríe desde el regazo de la eternidad. Aún esperamos la aurora siguiente para volver a comenzar. Mohamed Salem Abdelfatah (Ebnu)